¿Recuerdas cuando tomábamos tecito te?
O cuando reías mientras yo hablaba de mi amigo Ferbis…
Esos tiempos aparentemente lejanos,
cuando me llevabas de la mano al colegio.
Recuerdo un par de veces, tú cocinabas,
ese olor a sopaipillas, apenas aparecía una nube.
Y casi como un juego, pretendías que te ayudaba.
Aún ahora emanan olores…
Hoy ese tiempo parece lejano,
el camino del “mi niñito”, que por diversas cosas
pasó a ser un más distante “mi hijo”.
Y los olores aún llegan, pero la cocina está más lejos.
Ya no me quedo en la cocina,
ni mucho menos me desvelo conversando contigo,
tu tampoco te acercas a jugar,
pareciera que cada día…
No se si aquello es bueno,
antes éramos casi uno,
hoy… los caminos están alejados,
y aún ante la nostalgia, los vientos aún empujan.
Entre el viento, las piedras del camino
y diversas estupideces, ¿se pierde la memoria?
…creo que no… aunque a veces, así pareciera.
¿Será el pasado condenado ante el destino?
No lo se… tal vez,
el dar cuenta de la inminente lejanía,
pareciera decir que sí,
O en una de esas seguimos jugando inconscientemente,
solo que con juguetes nuevos, ocultos,
para que así no los dejemos botados al rato.
O cuando reías mientras yo hablaba de mi amigo Ferbis…
Esos tiempos aparentemente lejanos,
cuando me llevabas de la mano al colegio.
Recuerdo un par de veces, tú cocinabas,
ese olor a sopaipillas, apenas aparecía una nube.
Y casi como un juego, pretendías que te ayudaba.
Aún ahora emanan olores…
Hoy ese tiempo parece lejano,
el camino del “mi niñito”, que por diversas cosas
pasó a ser un más distante “mi hijo”.
Y los olores aún llegan, pero la cocina está más lejos.
Ya no me quedo en la cocina,
ni mucho menos me desvelo conversando contigo,
tu tampoco te acercas a jugar,
pareciera que cada día…
No se si aquello es bueno,
antes éramos casi uno,
hoy… los caminos están alejados,
y aún ante la nostalgia, los vientos aún empujan.
Entre el viento, las piedras del camino
y diversas estupideces, ¿se pierde la memoria?
…creo que no… aunque a veces, así pareciera.
¿Será el pasado condenado ante el destino?
No lo se… tal vez,
el dar cuenta de la inminente lejanía,
pareciera decir que sí,
O en una de esas seguimos jugando inconscientemente,
solo que con juguetes nuevos, ocultos,
para que así no los dejemos botados al rato.