domingo, 8 de julio de 2012
Danzón arrítmico.
quitarles su alegría genética, teñirlos de bemoles,
distorsionarles sus notas pa dejarlas reverberando como el recuerdo
de esos días cálidos veraniegos, y otros varios ejemplos,
sin partituras menesteres, solo la intencionalidad de sonar de una manera...
Puedo tocar cuecas cobardes,
como la cobardía de escapar antes de resolver complejidades,
de refugiarnos en nuestras certezas mal aprendidas,
puedo tocar y seguir escondiéndome tras la guitarra.
Puedo tocar cosas que no existen con la yema de mis dedos,
los mismos que te afirmaron y tocaron tu rostro, en los primeros días recordados.
Puedo cantar, como buscándote, y caminar los lugares de nuestras tardes,
escuchar lo que acostumbrábamos, recordarte...
Mas los danzones no están hechos pa ser tristes, ni la cueca pa cobarde...
Puedo hacer tantas cosas que quiero, menos una de ellas, tocarte.
martes, 16 de octubre de 2007
A que no te atreves
A quitarme el orgullo con tu rótulo de fracaso,
Chivo-expiatándome por la muerte de tus sueños
A camuflar tu decepción bajo corbata.
Tapando tu pestilencia con fragancias en boga.
Tambien a orquestar el silencio de tu conciencia
Mediante artefactos que más le enmudecen.
Te desafiaría a ensuciar el goce de un beso,
Pero ya le has sumado al “combo rutina”
Intenta entonces reencantarme con tu acto
convencerme con tu libertad comerciada
sino mañana, cubriendote el rostro ipso facto
y circula hoy distinto, diciendo nada.
Te desafío ahora sistema paupérrimo
Sacándote en cara transgénicos ideales
por haber mutado al Edén en su más pésimo
encarnando el Apocalipsis en historias reales
Tal vez mis recuerdos de ahora serán hilarantes
Y rías mañana de mi avalentonada inocencia
Siendo cada letra un kilo en mi consciencia
lunes, 21 de mayo de 2007
Intenta retroceder el tiempo en tus labios
Devolver los abrazos
Alejar tu boca de la mía,
Volverte ciega de deseos
Morir un instante…
Intenta quitarme las pulsaciones de un soplido
Y de paso tumbar a cronos de su silla
Remover mi cabeza de lado a frente
Y llevarla al punto de no recuerdo
…no es posible el lujo del olvido
Ni asesinar los momentos
Ni aplacar el sabor de tus labios aún en mi boca
O la fusión de los cuerpos y el deseo.
Porque estamos vivos
No precisamos medir el tiempo para besarnos
O saber los días exactos
En los que el corazón grita
Que siempre será imprudente.
Porque al cruzar nuestras vistas
Es que acercamos nuestras historias
Y relatamos el verbo que somos,
Encarnamos lo onírico
Y sin ideología amamos de a poco.
Intenta retroceder el tiempo en tus labios
Y te encontraras con los míos por defecto,
Intenta devolver los abrazos
O alejar tu boca de la mía
O incluso volverte ciega de deseos
Y entonces morir un instante…
Mas no es posible el lujo de la muerte
Cuando llevas el corazón en la mano
Y tus ojos brillan en la distancia
Y tu cuerpo descansa tibio
Pero seco,
Y llevas tu sonrisa,
Tu silencio de cómplice…
…Ahora que nuestros ojos se cruzan
Nosotros nos miramos sin tiempo.
Rodrigo Mancilla G.